La seba amarilla es una importante alga parda de las costas canarias. Pero desde hace décadas su reducción ha comenzado a convertirse en un hecho que alarma a los científicos. ¿Qué ocurre con esta especie y cuáles son las consecuencias de su desaparición?
A principios del siglo XXI, la seba amarilla cubría en enormes praderas la costa de las islas. Hasta 928 hectáreas de penachos pardos y verdes coronaban el fondo rocoso de Canarias.
En los años ochenta, Cystoseira abies-marina, que es como se llama en realidad este alga, seguía dominando las profundidades. Pero los investigadores se han alarmado al ver lo que queda de la seba amarilla estos días: apenas parches inconexos salpicando el fondo marino. De las casi mil hectáreas, este alga ha pasado a ocupar solo unas siete. La pérdida no solo afecta a las zonas con gran presión humana, sino a todo el territorio marino alrededor. ¿Qué está pasando con esta especie? ¿Y cuál es la consecuencia?
¿Qué es la seba amarilla?
Si has buceado en la costa de las islas casi seguro que habrás visto esta alga sobre las rocas. La seba amarilla, o Cystoseira abies-marina, es, como decíamos, un alga verdadera. Aunque solemos llamar a todas las plantas marinas "algas", en realidad muchas de ellas son vegetales.
La seba amarilla, sin embargo, es un alga y no pertenece al mundo vegetal, sino al reino de los protistas |
La seba amarilla, sin embargo, es un alga y no pertenece al mundo vegetal, sino al reino de los protistas. Su gran parecido a las plantas se debe, precisamente, a que "imita" su estilo de vida, haciendo la fotosíntesis y viviendo de manera sésil. Pero no son organismos tan avanzados o especializados como las plantas.
Esto implica que su reproducción y expansión es relativamente sencilla. Por esta razón, en el mundo, Cystoseira es un organismo vital para muchas especies ya que sirve como alimento o como refugio, entre otras muchas cosas, en el fondo rocoso marino. En Canarias también, por supuesto.
Además, Cystoseira abies-marina ha sido estudiada como un posible abono orgánico debido a su enorme abundancia, en otros tiempos. También ha llegado a estudiarse por su interés alimenticio, algo que todavía está pendiente de más investigación. Pero sobre todo, como decíamos, la seba amarilla tiene una gran importancia ecológica en el fondo marino canario.
¿Por qué está desapareciendo ‘Cystoseira’?
Como decíamos, lo más grave de este asunto es que la seba amarilla está reduciendo su presencia independientemente de que se encuentre en una zona sometida a la presión antropogénica o no. Sabemos que este género, Cystoseira, es muy sensible al impacto causado por el ser humano.
Esta especie está reduciendo su presencia independientemente de que se encuentre en una zona sometida a la presión antropogénica o no |
Los investigadores no tienen claro por qué está ocurriendo esta desaparición, aunque ha ido reduciéndose cada vez más a medida que se intensificaba el turismo, lo que apunta a una relación entre estos dos aspectos. Sin embargo, el que se haya reducido también en zonas que no sufren un impacto antropogénico indica que debe haber otra razón que desconocemos para la regresión.
"Las causas seguramente sean múltiples y acumulativas", explican los investigadores en el estudio presentado a finales del año pasado. Por ejemplo, el incremento de la temperatura del agua, de media en torno a un grado centígrado, debido al calentamiento global, podría estar detrás de la pérdida de la seba amarilla y otras algas fucósidas.
Pero lo peor de todo es que la regresión del alga no parece haber terminado. El exceso de predadores, el aumento de temperaturas, el impacto antropogénico y otros factores que desconocemos parecen estar acabando con esta especie, delicada a pesar de su simpleza. Y puede que dentro de poco tengamos que lamentar su pérdida. ¿Qué ocurrirá entonces?
Un desierto bajo el mar
Imagina un erial de roca oscura y fría. Algunos peces se esconden, tímidos, entre los recovecos, pero ya no hay rastro de la pradera parda que lo llenaba todo, dando cobijo a cientos de animales. Así es cómo va cambiando, poco a poco, el escenario del fondo marino a medida que la seba amarilla desaparece.
Su desaparición supone, literalmente, la pérdida de una gran biodiversidad marina. Como decíamos, esta especie es el alimento y el refugio de cientos de peces, crustáceos, equinodermos y cnidarios. El impacto medioambiental que supone su ausencia es enorme.
Por ello, los investigadores han propuesto una serie de medidas para tratar de paliar la desaparición de la Cystoseira. La primera de ellas consiste en realizar un control exhaustivo desde ahora sobre las praderas existentes, comparando su población con la de otras islas de la Macaronesia.
Por ello, los investigadores han propuesto una serie de medidas para tratar de paliar la desaparición de la Cystoseira |
También han propuesto implementar programas de recuperación que deberán estudiar la mejor manera de restaurar el hábitat perdido por la muerte de las algas. Actualmente, señalan, la seba amarilla está protegida a nivel local. Sin embargo, resaltan, el incumplimiento de esta protección puede conllevar consecuencias fatales para las praderas.
Por tanto, los científicos alertan de la necesidad de revisar los parámetros legales para que sean más coherentes con la necesidad de protección. Todavía, creen, estamos a tiempo de revertir una pérdida irreparable. Si no, al menos, debemos hacer todo lo posible por evitar que el fondo marino de las islas Canarias se convierta en un auténtico desierto bajo el mar.
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